Esta es la historia de un gran bodorrio medieval.
Se celebra el enlace entre el príncipe Jaroldo, heredero de la corona de Navarra con la princesa Anacleta, hija de los reyes de Aragón.
Todos los invitados, representantes de las más importantes casas de la nobleza europea, ataviados con sus mejores galas, se dirigen al lugar donde tendrá lugar la celebración del banquete nupcial.
La música ameniza el paseo con alegres melodías. Los cortesanos, los novios, damas, caballeros, doncellas, lacayos y demás gentil hombres y representantes de la iglesia llegados al lugar de la celebración disfrutan del ambiente y de los jardines del parque, admiran su flora, entablan conversación con las gentes que encuentran a su paso… ajenos al peligro que les acecha pues una horda de bárbaros vikingos espera el mejor momento para atacar y llevarse un buen botín.
El nuncio papal, oficia la ceremonia con gran solemnidad. Los príncipes ya son marido y mujer. Y así para celebrar tan singular acontecimiento se inicia un gran banquete en cuya mesa se sientan a comer todos los invitados, eminentísimos, reverendísimos, excelentísimos e ilustrísimos que son agasajados como mandan los cánones de la vida cortesana..
Los lacayos preparan las mesas y todo lo necesario para un gran banquete. Los cocineros portan viandas exquisitas mientras los bufones distraen a los invitados haciendo malabares con todo lo que cae en sus manos. Los trovadores y juglares cantan las gestas de grandes héroes legendarios. Una bailarina árabe hechiza a los caballeros con sus sinuosos movimientos.
Todos los comensales disfrutan con tan espléndido festejo. La celebración está en su mejor momento. Los invitados, un poco achispados, bailan desenfrenadamente todo tipo de danzas cortesanas, cuando de repente y con un ruido ensordecedor, la fiesta es interrumpida por una turba de malhechores vikingos que armados hasta los dientes, se abalanzan vociferando, sobre los invitados. Las damas huyen despavoridas mientras los caballeros desenvainan sus espadas y se enfrentan a los asaltantes en desigual batalla.